Debido a la
información imprecisa que ciertos actores políticos, a través de los medios de
comunicación, han difundido sobre la enmienda constitucional en materia
educativa, el Ministerio de Educación (MinEduc) aclara:
La enmienda en
materia educativa que gira en torno a los artículos 261 numeral 6 y 264 numeral
7 de la Constitución de la República, se refiere únicamente al tema de
infraestructura y equipamiento educativo.
Una de las
causas que motivan la enmienda es dar un salto cualitativo en infraestructura
educativa. “Si se revisan las dos últimas constituciones, los municipios
estaban facultados para intervenir en materia educativa y para solicitar las
competencias con el fin de construir y mantener las instituciones educativas.
Durante todas estas décadas, los municipios no han solicitado la transferencia
de competencia”, afirmó Espinosa.
Construir y
mantener la infraestructura educativa que el país necesita es un gasto enorme.
El MinEduc y la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades)
han contemplado que la inversión que se requiere es de 12 mil millones de
dólares. Esta inversión, para que sea efectiva, ha sido planificada a nivel
nacional, a través del Plan de Ordenamiento de la Oferta Educativa, que implica
la construcción de Unidades Educativas del Milenio y el mejoramiento integral
de establecimientos eje existentes.
En el país,
existen alrededor de 17.500 instituciones educativas. De ellas, 262 son
municipales y atienden a 50.000 estudiantes. En el Sistema Educativo Fiscal
están matriculados cerca de 3’600.000 estudiantes.
La enmienda
constitucional en materia educativa no niega la colaboración de los Gobiernos
Autónomas Descentralizados (GAD). “Si los GAD quieren invertir en educación, lo
pueden hacer con la autorización previa del ente rector, es decir, del
Ministerio de Educación” añadió el ministro.
Asimismo, el funcionario
añadió que esta cartera de Estado ha establecido los estándares de calidad con
los que debe contar una institución para que los estudiantes se desenvuelvan
óptimamente en los espacios físicos. “No podemos condenar a nuestros niños a
enfrentar la vida en condiciones precarias”, concluyó con este tema Espinosa.
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